[Etiopía en positivo] El supercereal etíope, la nueva moda en occidente

Etiopía es un país gastronómicamente rico, no solo por su famosísimo café sino porque también es donde se encuentra el cereal de moda en occidente, un cereal que ha estado alimentando al pueblo etíope desde hace más de 5.000 años: el teff.

El pueblo abisinio elabora con este cereal unas grandes tortas , la llamada injera, a las cuales añade algunas sabrosas y especiadas salsas encima. Es una comida pensada para ingerir con las manos y en comunidad. Igual que pasa con el café, comer injera también es una ceremonia que vale la pena presenciar, donde prima la familia, el respeto y el hecho mismo de compartir instantes con los seres queridos.

Durante mucho tiempo, el pueblo etíope ha tenido como único alimento esta base con guisos y salsas, que podían ser de carne o verduras según la capacidad adquisitiva, la época del año y la religión de la persona.

Para los que nunca habéis probado la injera, esta resulta ser una explosión de sabores, colores diversos y ricos que no dejan a nadie indiferente. Además, si esta ha sido elaborada con teff, el contraste del sabor agrio de la base (debido a la fermentación en el proceso de elaboración) con el de las salsas resulta realmente delicioso. Asimismo, los despojos del teff se usan en la construcción de casas de paja, las famosas y arquetípicas gojo bet, que encontramos sobre todo en entornos rurales. La paja se mezcla con adobe y fango para formar una masa que sirve como cemento. Y también es alimento para el ganado.

Estas pequeñas semillas crecen a grandes altitudes y tienen un alto valor nutricional. Particularmente tienen un alto contenido de calcio, hierro y proteína. Además, el teff es un alimento sin gluten, lo que lo convierte en el paradigma alimentario de Occidente. Es por esta razón que cada vez más tiendas, en nuestras ciudades, ofrecen este producto.

Aunque la internacionalización del teff podría ser una buena noticia, no nos sorprende que esté teniendo daños colaterales. La creciente demanda de este cereal por parte de occidente ha hecho subir los precios dentro del país, un hecho que ha provocado que muchas personas etíopes no tengan acceso a él. Además, los agricultores están mal pagados por las multinacionales que están explotando los terrenos de cultivo.

Pese a que países como España estén intentando cultivar teff en tierras propias, aun no se ha encontrado una solución duradera para combatir este creciente aumento de precios. Una vez más, las multinacionales europeas nos dejan un reguero de daños colaterales, seguramente porque las leyes son laxas con ellos o directamente no existe tal regulación.

Es complicado decir que tal idea o tal otra es una solución, pero cualquier compra que se haga con conciencia y responsabilidad ayuda a avanzar hacia un remedio favorable para ambas partes.

 

Bezawerk Oliver

 

[Etiopía en positivo] Las mujeres en el gobierno etíope

En el transcurso de los últimos meses Abiy Ahmed, primer ministro de Etiopía, ha puesto el país en el mapa mundial. Acostumbrados a no oír más que noticias sobre hambrunas, sequías y conflictos armados, nos sorprenden con un nuevo gobierno que además de haber hecho las paces con Eritrea y liberado a los presos políticos, también ha hecho un paso gigantesco en el camino hacia la igualdad de género.

El 25 de octubre de este mismo año, Etiopía hizo historia al nombrar a Sahlework Zewede presidenta de Etiopía.  Es la primera mujer en ostentar tal cargo en toda la historia del país; además, actualmente es la única presidenta en toda África. Tras saberse la noticia, Zewede afirmó que “Necesitamos construir una sociedad que rechace la opresión hacia las mujeres”.

Este sorprendente giro de los hechos se ha dado gracias a una nueva ley aprobada por el primer ministro, que reducía el número de carteras y establecía que la mitad tenían que estar ocupadas por mujeres. Así pues, hay una nueva ministra de defensa, una presidenta del supremo, una jefa de estado, etc.

En la sociedad patriarcal que rige la norma, la elección de un gobierno igualitario marca un precedente y normaliza el establecimiento de la mujer en cargos públicos. No solo es un mensaje para un país, sino también para el resto del mundo. “Si alguien piensa que hablo mucho sobre mujeres, que espere a escuchar todo lo que tengo que decir”, dijo Zewede al jurar el cargo, consciente de que tiene parte de la opinión pública en contra por su condición de mujer.

Un gobierno donde la mujer tiene voz, es garantía de cambio. El solo hecho de estar allí es un desafío al alegato cultural de que el sitio de la mujer no está en la política. Etiopía no es el primer país en tener una mujer en la presidencia ni va a ser el último, pero es un gran paso hacia la igualdad, un mensaje para todas aquellas niñas que quieren soñar con la libertad.

 

Bezawerk Oliver Martínez