Los cuatro comedores de los kebeles están funcionando muy bien y, cada día más, las familias valoran el trabajo que se lleva a cabo en los mismos.
Queremos contaros algo que os animará:
Ya sabéis que el salario de un maestro en Etiopía no supera los 2.500 birr (moneda etíope). En el año 2018, esta cantidad representaba 100 euros al mes, mientras que en 2023, con la inflación, no llega a 45 euros al mes.
En uno de los kebeles en Jebene, la maestra de la escuela Biscuit Dimberu no podía trabajar por menos de 3.000 birr al mes (50 euros/mes) y al no poderse asumir este aumento, las familias de los alumnos de la escuela, muy pobres, no dudaron en añadir 20 ETB al mes para que la maestra no se marchara.
Gracias a familias implicadas en el proyecto de educación, incluso con copago voluntario, se refleja la renovación y el progreso de la mentalidad en zonas muy remotas de Etiopía, donde hasta hace unos años, la prioridad era el trabajo en el campo para muchos niños y niñas-
Es un ejemplo del progreso en Etiopía: se está produciendo un cambio de mentalidad en familias en zonas remotas, que escuchan al gobierno cuando dice que la educación debe ser, para todos.
El objetivo básico de la iniciativa de los comedores es la nutrición, pero cada vez más, también la educación.
Biscuit (mestra), Tadesu (cuinera) i Tigist (coordinadora Kebeles)